Cómo conservar las hierbas secando o congelando

Recolectar hierbas al final de la temporada es vital para mantener los suministros disponibles después de que el jardín se haya quedado tranquilo durante el invierno. Para obtener lo mejor del jardín en el proceso de conservación, tenga mucho cuidado de cosechar en el momento adecuado y seque los materiales vegetales con cuidado.

Ate hierbas de tallo resistente como la lavanda (en la foto) con una banda de goma y cuélguelas para que se sequen. Foto de: Sue Goetz.

CONSEJOS DE CONSERVACIÓN

• Al igual que con la cosecha fresca durante la temporada de crecimiento, es mejor cosecharlos por la mañana después de que se seque el rocío.
• Cuando el verano mengua y comienza el otoño, esté atento a las herbáceas perennes que se están desvaneciendo. Coseche las hierbas cuando aún se vean bien y no cuando el follaje se esté secando o se esté poniendo marrón.
• Esté atento al clima y, cuando se acerque la primera helada, asegúrese de cosechar las plantas tiernas o anuales antes de que el frío las mate.El tiempo que toma en la cosecha y la conservación es parte de su propio control de calidad y le proporcionará hierbas. en todos los meses del año.
• Considere la vida útil de las hierbas secas o congeladas como de “cosecha a cosecha”. Utilice las hierbas antes de cosechar la próxima temporada para que el suministro nunca tenga más de un año.
• Guarde las hierbas secas en frascos de vidrio y manténgalas en un gabinete alejado del sol y el calor.
• Etiquete todos los frascos con el nombre de la hierba y la fecha de cosecha; las hierbas se parecen una vez que se secan.

CAÍDA SECA

Esta es la forma más popular de conservar las hierbas del jardín.

Qué hacer: séquelos en un lugar oscuro y aireado. Asegúrese de que no estén expuestas a la luz solar directa y de que haya una buena circulación de aire a su alrededor. Agrúpelos con bandas de goma y cuélguelos boca abajo. Para quitar hojas o flores de los tallos secos, simplemente quite las plantas secas de los tallos o agite en una bolsa de papel hasta que los tallos estén limpios, luego vacíe la bolsa en un frasco de especias. Las hojas y semillas deben mantenerse enteras para triturarlas cuando sea necesario.

Su espacio de secado de hierbas debe tener una buena circulación de aire sin luz solar directa. Foto de: Sue Goetz.

CONGELAR

Una alternativa a secar las hierbas es congelarlas. Algunas hierbas, no todas, conservarán sus propiedades cuando se congelen. El proceso de congelación oscurecerá las hojas y cambiará el aspecto de las hierbas, pero apenas se notará cuando se mezclen o agreguen a líquidos calientes.

Qué hacer: Coseche y enjuague con agua fría y seque. Retire las hojas y flores de los tallos rígidos. Usa tijeras afiladas y córtalas. Espolvoréelos sobre una bandeja para hornear galletas y colóquelos en el congelador durante aproximadamente una hora. Ponga en bolsas de congelador y regrese al congelador. Este método le permite espolvorearlos en recetas en lugar de congelarlos en un grupo grande.

Las hierbas que se congelan bien incluyen (en el sentido de las agujas del reloj desde la izquierda) albahaca, perejil, verbena de limón y menta. Fotos de: Courtney Goetz.

RECETA SOLSTICIO DE INVIERNO

A mediados de diciembre, el solsticio de invierno marca cuando el día es más corto y el sol comienza su lento avance para dar más luz. Nos volvemos meditativos, nos quedamos adentro y sentimos que queremos hibernar. Los tratamientos para la piel, que se basan en hierbas recolectadas y conservadas del verano, alivian la piel seca. Bañarse en hierbas fomenta la meditación positiva en este tiempo introspectivo para provocar una renovación a medida que la naturaleza se abre camino hacia la primavera.

Los vibrantes pétalos anaranjados y amarillos de la caléndula, utilizados en las mezclas de spa, son curativos y calmantes para la piel. Foto de: Sue Goetz.

Bálsamo de caléndula

Curativo y colorido, este ungüento es puro y simple para calmar las manos, los codos y las zonas ásperas de la piel desgastadas por los efectos secantes del calor interior.

1 taza de pétalos de caléndula secos
1 taza de aceite de oliva o aguacate
1 cucharada de cera de abejas
1 cápsula de vitamina E

Qué hacer:

• Vierta el aceite en un frasco de vidrio limpio y esterilizado. Agregue pétalos de caléndula al aceite y corte los pétalos flotantes para romper los pedazos más grandes.
• Cubra el frasco y déjelo reposar durante dos semanas, agite de vez en cuando.
• Opcional: puede acelerar el proceso calentando la mezcla de aceite y pétalos de caléndula. Cocine en el microondas por un minuto o hasta que el aceite esté tibio (no muy caliente). El calor liberará las propiedades de la caléndula en el aceite. Deje enfriar antes de usar.
• Cuando el aceite esté listo, filtre los pétalos a través de un colador o una gasa. Perfore la cápsula de vitamina E y exprima en el aceite, mezcle bien. Dejar de lado.
• Derrita lentamente la cera de abejas en una cacerola de vidrio a fuego lento, hasta que esté completamente licuada. Retire del fuego y vierta lentamente el aceite de caléndula, revolviendo hasta que la mezcla se mezcle y comience a endurecerse.
• Vierta en latas o frascos pequeños de boca ancha. Cubrir.

Comprar El libro de spa para amantes de las hierbas en Amazon.com.

RELACIONADOS:
Cómo iniciar un jardín de hierbas